¿Cuántos mundos vivimos y cuántos cuerpos tenemos?

Las formaciones sociales son mucho más efectivas en la medida en que sean menos evidentes los mecanismos de control que en ellas se apliquen.

John Searle nos conduce a tres preguntas fundamentales para comprender el concepto de Formación Social, las cuales son:

1. ¿Qué es la Sociedad?
2. ¿Quiénes la conforman?
3. ¿Para qué sirve?

Cuando se habla de las formaciones sociales se debe tener en cuenta una de las advertencias que hace el autor y es que una sociedad se ve sometida a dos tipos de fenómenos: Unos fenómenos físico químicos y otros fenómenos sociales. Los fenómenos físico químicos desencadenan en sensaciones como el asombro y buscan siempre darle una explicación a los sucesos; mientras que los fenómenos sociales tienen como resultado la sensación de perplejidad y en lugar de encontrar una explicación, más bien se busca la comprensión de los sucesos.

Cuando se habla de mundo se trata del conjunto de hechos brutos que ocurren a lo largo de la vida. Este mundo se encuentra compuesto por los Hechos, los cuales se derivan en Hechos Brutos y en Hechos Institucionales y antes que nada se deben comprender desde el nivel de intervención de las personas en ellos:

• Hechos Brutos: son aquellos que ocurren sin intervención humana, es un hecho de la naturaleza; por ejemplo el agua, la lluvia, el calor, la nieve.
• Hechos Institucionales: son los hechos que requieren de la participación de los seres humanos, son la creación de una institución humana; por ejemplo la teoría de que tomar agua es saludable.

El mundo es transparente y por eso facilita la cotidianidad, pero también es obvio; lo cual complejiza el entendimiento y en consecuencia es aproblemático.

En conjunto la realidad social es la agrupación de los hechos brutos y los hechos institucionales.

Para comprender más profundamente las formaciones sociales se hace necesario preguntarnos ¿Qué clase de seres somos los seres humanos? Y la respuesta que obtenemos es que somos un conjunto de partículas físicas y químicas que se componen en un sistema, que se convierte en un sistema de seres vivos con conciencia y por ende tienen una intencionalidad y una capacidad para representarse en objetos y en estados de cosas. Acá por ejemplo los seres humanos encontramos una diferencia significativa respecto al resto de los seres vivos y es que tenemos conciencia de la muerte.

"Somos seres conscientes y deseantes que vivimos en un mundo en que priman los hechos sociales e institucionales y, por lo tanto, somos responsables por la creación de nuestra realidad. "

Es fundamental hacer unas distinciones acerca de los puntos de vista sociales frente a los hechos brutos e institucionales de los que está compuesto el mundo, los puntos de vista son: El punto de vista epistemológico y el ontológico, ambos puntos de vista se derivan en una parte objetiva y en otra subjetiva.

Cuando hablamos del punto de vista epistemológico nos referimos al conocimiento científico de las cosas; la parte objetiva entonces sería decir que María nació en 2 de Febrero, porque podemos demostrarlo con documentos de su registro, y la parte subjetiva sería afirmar que María es bonita, porque no hay un método exacto para demostrarlo, ya que el concepto de belleza depende de cada persona.

Ya al referirnos al punto de vista ontológico, hablamos de lo que es y existe; entonces cuando se trata de la parte objetiva de este punto de vista podríamos decir "Muela", porque es algo que todos conocemos y la parte subjetiva sería tratar del dolor de muela, porque no hay una manera de medirlo con precisión, ya que el dolor no es lo mismo para todas las personas.

Epistemológico/Ontológico	Objetivo	Subjetivo
Objetivo	Juan murió el 31 de Marzo.	La montaña es bella.
Subjetivo	Ahora tengo dolor de muela.	¡Qué bendito dolor!

Además es necesario hacer otra serie de distinciones acerca del mundo y son sus rasgos, ahí es donde surge la pregunta ¿Podría el rasgo existir si no hubiera habido nunca seres humanos y otra clase de seres sintientes? Los rasgos del mundo se componen de los rasgos intrínsecos y de los rasgos relativos al observador. Cuando hablamos del rasgo intrínseco se hace referencia a lo característico y esencial de ese individuo que hace parte de una sociedad, estos rasgos se descomponen en los no intencionales y en los independientes al observador. Los rasgos relativos al observador se derivan en los intencionales y en los que dependen directamente del observador.

Finalmente lo que puede decirse acerca de un objeto es que su existencia depende directamente de la actitud que una sociedad tenga frente a él, que tiene rasgos intrínsecos y también relativos al observador; los rasgos relativos al observador son epistemológicamente subjetivos y ontológicamente objetivos, y para concluir todo depende del sentido que le otorgue la comunidad de oyentes.