Análisis Escrito

“One hour photo”

One Hour Photo es una película rica en imagen aunque carente de historia, esta se encarga de atraer al espectador por medio de sus encuadres y el uso abundante pero coordinado de colores de acuerdo a cada escena.

Tanto los colores como el uso riguroso de los encuadres son una forma por medio la cual el director le agrega valor a cada una de las imágenes que en la película se presentan, son una herramienta para seducir y además incrementar su significado.

No es en vano que cada uno de los personajes de la película vistieran siempre de un color en particular, ni que los diferentes lugares en los que se desarrollara la película también tuvieran un color determinado.

De acuerdo a la teoría de la imagen y a la psicología del color cada personaje debe generar diferentes sensaciones en quien observa la película, por ejemplo la amante del señor Yorkin tiene el pelo rojo, su carro es rojo y cuando apareció por primera vez en escena tenía puesta una chaqueta naranja. A ella se le atribuyen entonces emociones de conflicto y cambio, llama mucho la atención y genera sensaciones de odio por arruinar la estabilidad de la familia.

Sy es quien labora en la tienda de revelado de fotos y los colores que le acompañan, así como su vida entera es simple y monocromática, todo es de colores claros que generan una sensación de aburrición y tedio por monótono el ambiente.

La familia Yorkin tenía unos colores característicos, por ejemplo su casa era color madera aludiendo al calor de hogar, el señor y la señora Yorkin siempre vestían de colores oscuros y el niño siempre vestía de azul y naranja; al igual que su habitación. El niño era un elemento especial de la película porque era un elemento calmante alrededor del conflicto de la familia y porque también demostraba su creatividad y promovía una actitud protectora hacia él.

Cada sensación propuesta en la película merecía un encuadre diferente, como las perspectivas para cuando los personajes caminaban o entraban a un espacio diferente. También los ángulos picados cuando los personajes sufrían y los planos frontales cuando vivían algo agradable para que el mismo espectador sintiera con ellos el gozo del momento.

Además de los ángulos para las tomas de cada escena, el director tuvo muy en cuenta las armonías perfectas entre los colores, había saturación de colores de acuerdo a la sensación que sugería la imagen, como pasó por ejemplo cuando el jefe de Sy le anunció que lo despedía y é se fue solo a la parte de atrás de su puesto de trabajo, en el cuarto oscuro donde lo mostraban desde un ángulo picado sufriendo por la noticia, estando sumamente enojado y agobiado y todo el plano era de color rojo para generar en el espectador un poco más de desagrado por esa mala noticia, incitando a la revolución.

“El cuerpo de los Condenados y La resonancia de los Suplicios”

Foto: "Castigo" www.google.com/imagenes

Así cómo se han formado las sociedades a la par con la evolución del hombre, también ha sido evidente la necesidad de controlar a todas las personas que hagan parte de ellas y la historia misma se ha encargado de demostrar que las diferentes aplicaciones que se han visto en la regulación de las personas van dirigidas de una forma u otra al cuerpo mismo, hace mucho los castigos eran torturas para el cuerpo directamente, hoy los castigos van dirigidos al alma por medio de privaciones del cuerpo.

Para las épocas anteriores al siglo XVIII la forma de establecer el control sobre las personas era aplicando castigos al cuerpo pretendiendo la salvación, quien cometía el crimen era castigado bárbaramente ante un grupo de espectadores que eran testigos de la aplicación de justicia. Dichos castigos físicos debían incluir un sufrimiento proporcional al crimen; debían conservar una relación entre el crimen, el delincuente y la víctima; finalmente el castigo debía ser un método de verificación pública convirtiéndose indirectamente en un sistema preventivo.

Con el tiempo fue evolucionando la forma de castigar a los criminales, pasando de ser un acto de tortura y exhibicionismo a un acto discreto y poco doloroso físicamente. Por ejemplo si el criminal de acuerdo al código penal que lo regía debía morir, entonces podría ir a la guillotina, o si su falta no era falta debía ir a un centro carcelario donde debía someterse a trabajos forzados, a una disciplina estricta y a privarse de muchas cosas de las que podía disfrutar antes de cometer algún crimen.

Cuando aparece la cárcel como castigo se comienza a hablar de la economía del castigo, donde el tiempo y el cuerpo se pueden convertir en formas productivas para aportar a la sociedad a la que se le hizo daño. Los castigos otorgados a los criminales para entonces eran métodos correctivos y posteriores al daño hecho, pero paralelamente se desarrolla la resonancia de los suplicios; donde los testigos al presenciar semejantes actos de castigo prefieren no cometer ningún tipo de crimen y también el poder de los soberanos se hace más y más fuertes.